sábado, 1 de junio de 2019

El Sentir de las palabras

Busco la manera de hacerte sentir seguro con el poder de las palabras, y que te sientas conforme contigo mismo.

Escribo para preservar mi memoria, consciente de que algún día podría no reconocer los hechos, y hasta las formas renieguen en la duda de las palabras en el más amplio sentido del pensamiento del haber sido voz y parte del tiempo, del amor y de su fuga, condenados en una casa propia sin puertas ni ventanas por las que acceder.

He aquí algunos poemas de los más reconocidos escritores de Guatemala y algunos propios de mi persona.



Las cosas de nuestra vida

Con los ojos de la despedida os ví aquel día, cosas de nuestra vida. Con los ojos de la despedida la vida parecía, una cosa perdida. La casa estaba vacía en la hora de la despedida, y sin embargo quedaban las cosas de nuestra vida.  -Autor: Emilio Quintana




Te Escucho y Te Amo


Son ya mil momentos de amor los que hemos compartido, son mil instantes juntos y muchas palabras las que nos hemos dicho con música del corazón, lo que sentimos.
Quizás jamás dejemos de decirnos lo que nos queremos, lo que 
nos amamos, lo que esperamos, el amor es así, nunca aparece el cansancio, nunca dejamos de producir magia con sentimientos.
Y yo quiero que siga así, por que con cada palabra, con cada sílaba, con cada sonido que sale de tus labios me estremezco, y aunque ya conozca tu voz -como no conocerla si es lo único que quiero escuchar- cada vez que te escucho vuelvo a temblar y me vuelvo a enamorar de ti una y mil veces.
Cuando no estás, te oigo, cuando estas te admiro, cuando no estás te siento, cuando estás te quiero abrazar.
Recítame tus poemas, tus pensamientos, que una cosa es escribir, otra escucharlos de tus labios, quiero escucharte susurrándome al oído cuanto me quieres, recítame tus anhelos, lo que esperas de mi, lo que sueñas, procuraré meterme en tus sueños y en tus pensamientos,
cumplir tus esperanzas y estar ahí cada instante.
Te quiero seguir oyendo, sumando los sonidos, guardando tus palabras en mis sentimientos, obedeciendo fielmente con amor tus anhelos.
Te quiero seguir escuchando, cuando lo hago olvido el mundo, olvido las penas, olvido hasta el olvido.
Me despido de ti, no sin antes decirte que ahora no te oigo, pero miento, grabé tus palabras diciéndome que me amas y por eso la sonrisa se quedó perenne en mi.
Deseo que llegue el momento de volvértelo a escuchar, por que
tus: "te amo", son mi fuerza de vivir.
Te oigo, te amo
-Autor: Emilio Quintana




Travesías


Los viajes virtuales me gustan, pero a veces prefiero viajar sobre mis zapatos, gastarles la suela al recorrer la vida, oler la lluvia cuando se acerca, pasar por un café y sentir el olor que embriaga, disfrutar la ternura que me queda, cuando oigo, reír a los niños, sentir el corazón con su percusión precipitada cuando hago el amor, o la flauta triste que suena en mí, cuando lloro. Viajar con mi mochila de ingenuidades al hombro, intentando ser libre, con las gafas de sol, para no mostrar a todos, el aguijón del dolor y el misterio de los gatos que llevo en la mirada.  -Autor: Rossana Estrada    



Yo Pienso en Ti
Yo pienso en ti, tú vives en mi mente
sola, fija, sin tregua, a toda hora,
aunque tal vez el rostro indiferente
no deje reflejar sobre mi frente
la llama que en silencio me devora.
En mi lóbrega y yerta fantasía
brilla tu imagen apacible y pura,
como el rayo de luz que el sol envía
a través de una bóveda sombría
al roto mármol de una sepultura.
Callado, inerte, en estupor profundo,
mi corazón se embarga y se enajena
y allá en su centro vibra moribundo
cuando entre el vano estrépito del mundo
la melodía de tu nombre suena.
Sin lucha, sin afán y sin lamento,
sin agitarme en ciego frenesí,
sin proferir un solo, un leve acento,
las largas horas de la noche cuento
¡y pienso en ti!
-Autor: José Montúfar 





Invierno

En rodillas de viento, galgo y huella  
fui tras de ti, mujer en mi presencia  
transportado por ágil luz de estrella  
de sentido en sentido hasta la ausencia.  

Atravesaste, amor, los egoísmos  
que en sílice de lágrimas desvelo  
yuxtaponiendo abismos sobre abismos  
en mi insoluble soledad de hielo.  

La gran araña de la lluvia teje  
con agua y viento telarañas móviles  
¿qué mañana serán cuando despeje?  

Superficie de vidrio sin quebranto,  
como serán mis ojos cuando inmóviles  
hayan llorado ya todo su llanto.

-Miguel Ángel Asturias.


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